Hablar en público es una actividad desapacible para muchos y cuanto mayor sea la relevancia del acontecimiento, peor el temor. No obstante, como emprendedor, vas a deber encararte continuamente a exposiciones y presentaciones, así sea ante tu equipo, asociados, clientes del servicio o bien posibles inversores. Y debes hacerlo de la manera adecuada para conectarte con tu audiencia.
Sin embargo, hablar bien en público no es una acción muy difícil. A fin de cuentas, no es otra cosa que dialogar, y eso lo haces casi todo el tiempo. El misterio desaparece en el momento en que se ha aprendido de qué manera hacerlo.
Acá te entregamos ciertas claves para transformarte en un buen orador y aprender a expresar tus ideas frente a una audiencia, así sea de diez, 100 o bien mil personas:
1. Exprésate con sencillez
La gente que te escuche captará una o bien 2 de las primordiales ideas que expongas. Si no puedes expresar en dos enunciados el punto que planteas comunicar, entonces tu alocución no está bien definida. Y si no sabes con previsión lo que deseas decir, mucho menos lo vas a saber decir públicamente.
2. Organízate
Sea larga o bien corta tu disertación, es esencial ordenar los elementos de exactamente la misma. Hay que prever la introducción, los puntos primordiales que se marchan a exponer y la conclusión.
En ocasiones, una buena forma de iniciar resulta ser la oración final. En el momento en que sabes a dónde te diriges, puedes seleccionar el camino que más te plazca para llegar allá. Es definitivo tener un final poderoso y concluyentes, puesto que en la mayor parte de los casos es lo que la gente mejor recuerda.
3. Sé breve
La duración de los números en los espectáculos de variedades acostumbra a ser, como máximo, de doce a quince minutos. Si una cuadrilla de bailarines y vocalistas que ponen toda el ánima en su trabajo no consiguen divertir al público por más tiempo, ¿qué le hace meditar que sí vas a poder? Evita los alegatos demasiado largos y rolleros.
4. Sé honesto
Si tratas de ser diferente a como eres (poco natural), seguramente no vas a persuadir a absolutamente nadie. Si no te semeja jocosa una anécdota, no aguardes que el público se ría con ella. Si la información que pretendes trasmitir no te lúcida un auténtico interés, tampoco lo va a despertar en el resto.
Si tomas la palabra es pues has tenido una experiencia que los oyentes desconocen; compártela con ellos. Trata de que sientan lo mismo que sentiste: una profunda emoción, o bien indiferencia; temor, o bien tristeza; fastidio, o bien perplejidad.
La primera persona del singular () puede ser un arma eficiente, mas has de ser cauteloso y situarte apropiadamente en el espacio, tiempo y género de público que te escucha.
5. Aduéñate de la situación
En los primeros instantes de un alegato se establece el vínculo entre el público y el expositor. Sonríe, agradece a quien te presentó y después espera un instante.
No comiences hasta el momento en que hayas captado la atención de todos y cada uno de los presentes. Cada una de esas personas entenderá de manera inmediata que el orador le habla a ella, y su cerebro se dispondrá a prestarle atención. Eso es exactamente lo que deseas.
Cuando hayas conseguido que la audiencia te preste atención, establece contacto visual con una persona que se encuentre situada en el lado izquierdo del auditoria, otra en el centro y otra en el lado derecho. De esta forma estás generando un contacto con todo el auditorio.
