En nuestro organismo existen diversas enzimas que cumplen funciones muy específicas, fundamentales para garantizar su buen funcionamiento, y una de ellas es la fosfatasa alcalina, la cual corresponde a una enzima que se encuentra presente en el hígado, la bilis, los riñones y los intestinos, cuya función principal es la de retirar los fosfatos resultantes de las proteínas, los nucleótidos y los alcaloides, participando además en la calcificación de las estructuras óseas y en la síntesis de proteínas y del ADN.
En vista de que cumple funciones biológicas importantes para nuestro organismo, es fundamental mantener unos niveles normales de fosfatasa alcalina, evitando que sean demasiado altos o bajos, para así garantizar una buena salud.
Valores normales de la fosfatasa alcalina
A modo general, los valores correctos de fosfatasa alcalina son aquellos que se sitúan entre 44 y 147 unidades internacionales por litro (UI/L). Sin embargo, estos valores pueden variar según el laboratorio clínico en el que se lleve a cabo el análisis sanguíneo, y dependiendo además de factores como la edad y el sexo del paciente, donde mujeres embarazadas y niños suelen presentar valores más elevados.
Resultados anormales
Un valor elevado de fosfatasa alcalina puede ser el resultado de:
- Problemas en los huesos.n
- Enfermedades hepáticas.n
- Obstrucción de las vías biliares.n
- Tumores en los huesos.n
- Leucemia.n
- Linfoma.n
- Sarcoidosis.n
- Raquitismo.n
- Hiperparatiroidismo.n
- Ingesta de alimentos altos en grasas, en el caso de pacientes con sangre de tipo O o B.n
Por otra parte, un valor bajo de fosfatasa alcalina puede deberse a:
- Malnutrición.n
- Hipofosfatasia.n
- Déficit de proteínas.n
- Enfermedad de Wilson.n