Al equilibrar diversas hormonas clave en el cuerpo, como la testosterona, estrógenos, progesterona, DHEA, hormonas tiroideas y otras, se logran múltiples beneficios.
- Mejora de la sexualidad: el equilibrio hormonal adecuado influye en la libido, función eréctil y respuesta sexual en general. Incrementar los niveles de testosterona en hombres y mujeres puede aumentar el deseo y la satisfacción sexual, mejorando la intimidad y la calidad de las relaciones.
- Aumento de la calidad de vida: la modulación hormonal contribuye a reducir síntomas asociados al envejecimiento, como la fatiga, cambios de humor y pérdida de masa muscular. Restaurar los niveles hormonales óptimos puede incrementar los niveles de energía, el bienestar emocional y la vitalidad general.
- Promoción de la longevidad: un adecuado equilibrio hormonal se ha relacionado con una mayor esperanza de vida y un envejecimiento saludable. Al reducir el riesgo de enfermedades crónicas y fortalecer el sistema inmunológico, se fomenta una vida más larga y activa.
Hay que recordar que una hormona es una sustancia química secretada por una célula especializada en la sangre, cuyo fin es señalar a otras células para que realicen funciones específicas. Desde el punto de vista químico, las hormonas son moléculas de naturaleza orgánica, principalmente proteicas, y cumplen su función (es decir, son activas) en muy pequeña cantidad.
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