ACTO DE PROCLAMACIÓN DE GANADORES DEL
PREMIO DE PAZ POR LA PAZ 2016
Segovia, 2 de junio de 2016
En la Academia de Artillería de Segovia y en presencia de las máximas autoridades militares, el Presidente de la Fundación Ana de Paz, D. Jesús Hernández Manso, ha anunciado tras la deliberación de un jurado de la Fundación Ana de Paz, compuesto por siete personas, las entidades a las que se les ha concedido el Premio de Paz por la Paz, que este año 2016 ha estado centrado en la defensa de la paz y la seguridad, porque defender la paz, es defender al hombre. Las tres entidades premiadas son:
-Fundación Premiada: La Fundación San Patricio
-Institución Pública Premiada: participación española en la Finul, (Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano)
-Empresa con Responsabilidad Social Corporativa premiada: Clínica Baviera.
La entrega de estos premios tendrá lugar en una cena benéfica en Madrid el 18 de noviembre.
Para empezar, el Presidente de la Fundación Ana de Paz, habló de los objetivos de la Fundación, el motivo de crear los Premios de Paz por la Paz, que no es otro que poner en valor, a fundaciones, instituciones públicas y empresas que hacen labores de cooperación y mecenazgo dentro y fuera de España, marcó la seguridad como elemento fundamental de la paz, y destacó la figura del padre de Ana de Paz, el coronel de artillería José de Paz que estaba presente en la sala y al que se le rindió un emotivo aplauso.
A continuación se celebró una mesa redonda moderada por Paloma Gómez Borrero, en la que participaron los que ella denominó como los seis magníficos: D Álvaro Gil Robles y Gil Delgado, Abogado, Ex defensor del pueblo y Comisario de los derechos Humanos del Consejo de Europa 2006, Fundación Valsaín, D. Enrique Vega Fernández, Coronel de Infantería, profesor del Instituto Universitario Gutiérrez Mellado, D. José María Viadero Torre, Misionero y Hermano de San Juan de Dios, D. José Carlos Mingote Adán, Médico Psiquiatra, D. Rafael Villalobos Villar, Teniente Coronel de Infantería, víctima de atentado, y D. Ángel Manuel Borao Bastardo, Comandante de Artillería. Gómez Borrero destacó que “son personas que saben el valor de la paz porque sufren por ella y trabajan por ella”.
Como introducción a la mesa, Paloma Gómez Borrero citó algunas frases “las guerras no las empiezan los militares, las guerras las empiezan los políticos”, “La paz no se escribe con letras de sangre sino con la inteligencia y el corazón”, “la bala que ha de matar mis ideales aún no ha sido fundida” y “la guerra es una espiral sin retorno, es una derrota de la humanidad”.
D. Álvaro Gil Robles, puso el acento en la educación y falta de valores democráticos sobre todo en la juventud, en lo que ha calificado como la crisis de valores de Europa más importante desde la segunda guerra mundial, y habló de la solidaridad, como el principio fundamental para mantener no sólo la paz material, sino también la paz social.
El Hermano de San Juan de Dios, D. José María Viadero Torre, insistió en el espíritu de servicio que puede contra todo, incluso contra epidemias como el Ébola, y contó que los misioneros querían morir entre sus gentes en África, y cómo la Orden recibió numerosos correos y llamadas recriminándoles el haber traído el Ébola a España. Finalizó su intervención diciendo que “sin misericordia no puede haber hospitalidad, ni amor, ni paz, ni nada”.
El Teniente Coronel D. Rafael Villalobos Villar, que perdió las dos piernas en atentado terrorista, expuso el valor del perdón, diciendo que “para perdonar lo primero que tienen que hacer es pedir perdón a su víctima, y de momento, salvo casos muy puntuales eso no se ha producido”, y dijo que la Asociación Víctimas de Terrorismo siente que no puede haber paz sin verdad, memoria, libertad y justicia.
Por último intervinieron representantes de dos de las entidades premiadas. Por la Fundación San Patricio intervino Doña Carlota Moreno García del Real, coordinadora de programas educativos y de cooperación que dijo que la paz no se consigue si no hay educación, y que esperan que las 60 niñas escolarizadas en su centro de Turkana, una de las zonas más pobres de Kenia, sean las que transformen su sociedad cuando salgan del colegio.
Por la Finul, intervino el General de División Asarta, que es el único español que ha mandado dicha misión, en la que trabajan más de 12.000 soldados de diferentes países y más de mil civiles. Resaltó una frase del Quijote: “Un hombre no es más que otro si no hace más que otro”, y dijo : “Nuestra misión es servir, servir a España, a la humanidad, aquí y allí y donde sea necesario, servir.”
El General Moliner, jefe de gabinete del secretario General de política de defensa, habló del déficit de cultura de defensa y paz, y resaltó la alta valoración de las Fuerzas Armadas en las encuestas realizadas a los españoles, que a la vez sugieren que es el primer sitio donde se deben recortar los presupuestos.
Ambos generales agradecieron la distinción de la Fundación Ana de Paz, a la participación de los españoles en la FINUR.
El acto concluyó con una reflexión: si D. José María Gil Robles escribió en 1968, “No fue Posible la Paz”, después de escuchar a todos, la esperanza es que su hijo pueda escribir en este siglo XXI, que la paz fue posible.