Con el verano ya finalizado e inmersos en pleno otoño, el que más y el que menos va devolviendo a su armario los abrigos de entretiempo, las botas para el agua y otras prendas que pronto darán paso a abrigos de invierno, gorros, bufandas y guantes. Indicando con ello que el frío ya se ha instalado en el país y haciendo que millones de hogares enciendan calefactores, radiadores y cualquier otro artilugio que permita a sus usuarios alejar el frío de sus hogares. Sin embargo, cada año, en plena época invernal suceden una gran cantidad de incendios que no en pocas ocasiones terminan con grandes pérdidas materiales y en el peor de los casos personales. “Los datos sobre incendios en viviendas son preocupantes, dado que cada año asciende el número de incendios y también el número de víctimas mortales” indican desde Grupo Embla, especialistas en la provisión de servicios integrales a comunidades.
Y es que como indican las cifras relativas a 2016, en España se produjeron un total de 16.136 incendios en viviendas, con un balance de 133 fallecidos. Cifras estas que desde hace varios años siguen una tendencia al alza, algo que sin duda se confirma también con los datos de 2017. Los informes revelan asimismo que las víctimas más habituales suelen ser ancianos que viven solos y la estancia de la vivienda donde se suelen producir con más frecuencia los incendios domésticos es el salón.
“La legislación obliga a que en las comunidades existan extintores dispuestos en las zonas comunes, al igual que sucede con los edificios públicos. Sin embargo, pocos son los hogares que disponen de un extintor en su interior, y pocas son también las personas que sabrían utilizarlo en caso de incendio” apuntan desde Grupo Embla.
Muchos de los incendios que se producen en los hogares españoles son a causa de descuidos, alguien que se olvida una sartén al fuego o que apaga mal un cigarrillo, el contacto de prendas con braseros y estufas, etc. “La mayoría de estos incendios son fácilmente extinguibles si se dispone de los medios adecuados y de unos conocimientos muy básicos. Disponer de un extintor en casa y saber emplearlo puede salvarnos la vida. Algo sencillo, que sigue siendo una asignatura pendiente entre la mayoría de los españoles”.