El descalificador de sal tradicional es un sistema antical de tratamiento químico. El procedimiento que emplea para eliminar la cal se basa en el intercambio iónico; es decir, se intercambian iones de calcio y magnesio por iones de sodio.
El agua pasa a través de un lecho de resina que, gracias a sus características químicas, se encarga de atraer y retener la cal sin alterar la característica de agua potable. Así pues, a diferencia de otros sistemas (imanes o electroimanes) la cal a la salida del tratamiento no existe. Como información adicional os dejamos un mapa de España con la dureza del agua en función de la región.
Ventajas de tener un descalcificador en el hogar
1. Ahorro en energía
La cal es un aislante térmico por lo que adherida a la pared de la caldera y a la resistencia de la lavadora y lavavajillas conlleva un exceso de consumo de energía para calentar el agua. Un milímetro de cal sobre estos calentadores representa un 16% de energía derrochada. El agua sin cal le repercutirá un importante ahorro energético.
2. Bienestar y confort
La cal dejará de adherirse a los sanitarios que se utilizan para la higiene personal. Estos estarán brillantes y sin rastro de cal. La piel quedará suave e hidratada porque no sufrirá la agresión de la cal. Además el agua sin cal aportará bienestar y frescura en su higiene.
3. Mejora de calidad en el baño
El agua sin cal obtenida tras pasar por descalcificadores está especialmente indicada en aquellos casos de personas con la piel atópica y problemas de alergias a los carbonatos ya que evita los típicos picores producidos tras una ducha.
Es ideal también para lavar el cabello puesto que hace posible que se consuma menos champú y lo deja más suave, más brillante y más fácil de peinar.
El agua sin cal, gracias a los descalcificadores, es muy adecuada también para evitar la irritación de la piel al afeitarse y para los niños cuya piel es muy delicada.
4. Alargar la vida útil de los electrodomésticos
El agua dura (agua con cal) empieza a dar problemas cuando sus carbonatos no solubles se incrustan en las tuberías. Estas incrustaciones son muy comunes en aquellas instalaciones por las que circula agua caliente como el calentador, la lavadora, el lavavajillas y las tuberías. Un exceso de cal provoca deterioros en electrodomésticos, tuberías y sanitarios. El agua sin cal obtenida tras su paso por el descalcificador alargará la vida útil de sus electrodomésticos disminuyendo en costes de mantenimiento.