· Pacientes señalan sentirse discriminados y con menos derechos respecto al resto de pacientes españoles
· Desde Afaran se recuerda que los andaluces solamente tienen acceso a 400 genéricos y de subasta, frente a los 14000 subvencionados por la seguridad social
Málaga, 21 de noviembre de 2017. Representantes de colectivos médicos, farmacéuticos y de pacientes, reunidos ayer en unas jornadas en Málaga, organizadas por la Agrupación de Desarrollo Málaga Accesible y con el apoyo de Asociación de Farmacéuticos de Andalucía (Afaran), han mostrado su unidad ante un sistema, el de subasta de medicamentos de la Junta de Andalucía, que consideran que no aporta las garantías necesarias a la salud de los pacientes.
Durante la jornada, Teresa Martín, presidenta de Afaran, valoró muy positivamente un hecho que considera histórico, la presencia de los colectivos médicos y la unidad de los profesionales sanitarios ante la subasta. Señaló que los medicamentos de la subasta no son buenos para el paciente, y que desde su asociación han ido de la mano de éstos a plantear las carencias de la subasta a la Defensora del Pueblo, en España, y al Parlamento Europeo.
Martín recuerda que los andaluces solamente tienen acceso a 400 genéricos y de subasta, frente a los 14000 subvencionados por la seguridad social.
Como expertos en el medicamento, Juan Carlos Pérez, farmacéutico y farmacólogo, y Antonio Higüeras, profesor titular de Medicina de la Universidad de Granada y secretario de la Asociación ‘Justicia por la Sanidad’, abordaron desde el punto de vista científico conceptos relacionados con la eficacia y seguridad y las características específicas que deben reunir los medicamentos genéricos para poder afirmar que son bioequivalentes: que causan el mismo efecto que el medicamento de referencia y que poseen la misma seguridad. En este punto, señalaron la importancia que tiene no sólo que cuenten con el mismo principio activo, recordando que la ley permite a los fabricantes que se muevan en un rango de + - 80% con respecto al original, sino de los excipientes y su calidad, sustancias que dotan al fármaco, por ejemplo, de mecanismos para que “llegue a donde debe y se disperse como debe”.
Por su parte, el farmacéutico Antonio Romero explicó el funcionamiento de la subasta, un sistema que a su juicio no produce ahorros, sino que tiene una finalidad recaudatoria que hace que muchos laboratorios que no tienen capacidad para abastecer las necesidades del sistema andaluz resulten adjudicatarios. Más aún, en palabras de Catalina García, portavoz de Sanidad del Partido Popular en el Parlamento de Andalucía, la subastas son un sistema “perverso” para los pacientes que está afectando sobre todo a aquellos crónicos y polimedicados, “que han pasado de ser pacientes controlados a no estarlo, lo que supone una pérdida de su calidad de vida y un mayor gasto para el sistema”.
Pacientes de segunda
María Victoria Martín, presidenta de la Asociación de Anticoagulados de Málaga, hizo hincapié en que los pacientes andaluces sienten no tener los mismos derechos que el resto de pacientes españoles, “ser de segunda”. Denunció los continuos desabastecimientos que están sufriendo con los fármacos de la subasta y los graves problemas que esta situación está causando en la adherencia, además de los problemas de seguridad derivados de las confusiones que causan los continuos cambios de medicación en personas mayores polimedicadas.
Respecto al desabastecimiento, Catalina García aclaró que pese a incumplir sus compromisos, los laboratorios adjudicatarios de la subasta siguen recibiendo las adjudicaciones porque “aunque no pongan las cajas de medicamentos en el mercado siguen pagando el canon a la Junta”. También quiso dejar claro que en el PP no van a parar “hasta que hayan eliminado esta injusticia, ya que las desigualdades no sólo existen entre andaluces y el resto de España, sino dentro de la propia comunidad autónoma entre provincias”.
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