El reciclado de metales es una de las principales fuentes para reducir el consumo de materias primas. De esta manera, ayudamos al medioambiente y a la disminución de precios, pero ¿sabías que también podemos dar una segunda vida a determinados materiales desde casa? 

Cuando un ordenador llega al final de su vida, es esencial que se lleve al punto limpio, debido al alto porcentaje de piezas reutilizables que contiene. El 70% de los ordenadores funcionan, mientras que el 30% lo componen metales nobles, latón y oro.

El aluminio es uno de los metales más utilizados, ya que lo encontramos prácticamente a diario en numerosos productos. Lo positivo es que el 75% de este material se recicla infinitas veces sin que pierda sus propiedades, pudiendo estar en uso durante décadas. Además, para el tratamiento del aluminio sólo se necesita el 5% de la energía gastada en cada extracción del material, por lo que es sumamente importante el reciclaje del mismo. 

El coche es uno de los mejores productos para el reciclado de metales, ya que se aprovecha hasta el 95% del mismo, extrayendo materiales como piezas metálicas, aluminio, fibras o caucho. Además, es necesario que un coche sea tratado correctamente con el fin de no dañar el medioambiente. Residuos peligrosos como el filtro de aceite, baterías, combustible, neumáticos, anticongelantes, plásticos, tapicerías o vidrios deben ser gestionados en un punto autorizado, que sepa cómo tratar cada uno de ellos y reciclar los que puedan tener una segunda vida. 

Por otra parte, está demostrado que la exposición de metales perjudica al medioambiente, provocando degradación de la naturaleza, ríos, animales y también la salud de las personas. Metales como el mercurio o el plomo son algunos de los más contaminantes, por lo que el reciclado de metales se debe convertir en una prioridad para todos.