Difícil encontrar una actividad profesional como el control de plagas, donde estén llegando tantos cambios en los últimos años. Las empresas de control de plagas continuamente ven cómo la legislación se vuelve vez más exigente en cuanto a los productos químicos a utilizar en el control de plagas, limitando constantemente su utilización. Igualmente se implantan medidas como la necesidad por parte de los técnicos aplicadores de contar con el carnet de manipulación de productos biocidas, y la entrega de un certificado oficial DDD a la finalización de tratamiento de control de plagas.
Si todo esto nos parece bien, ya que regula la seguridad de la personas tanto de clientes como de profesionales del sector de plagas, así como favorece el respeto por el medio ambiente, también es cierto que algunos expertos alertan sobre la excesiva reducción de utilización de productos químicos que en ciertos tratamientos donde se utilizan en pequeñas cantidades con un gran resultado, siendo más eficaces que las alternativas a los productos químicos.
En este contexto, con menor disponibilidad de productos químicos, las empresas de control de plagas se enfrentan a los mayores cambios de la historia en cuanto a nuevas especies. El cambio climático, unido al tránsito de personas y mercancías, está suponiendo la llegada de nuevas plagas invasoras, o la proliferación de otras ya existentes.
Nos encontramos varios ejemplos como las chinches de la cama (que se creían erradicadas y viven un momento de resurgimiento), la extensión de nuevas plagas de cucarachas por la península, la imparable plaga de avispa asiática y el temible mosquito tigre. Son las principales plagas que han sonado con fuerza en 2015.
Las chinches cuya fumigación no resulta fácil ya que se extienden rápidamente por el resto de la habitación, han reaparecido en los últimos años siendo ya habitual encontrarlas en numerosos hoteles y hostales de la península.
Las cucarachas, se distribuían por la península según el clima encontrando normalmente cucaracha negra, y cucaracha rubia o alemana y en zonas cálidas también la americana. Las empresas de control de plagas ven ahora cómo la cucaracha americana empieza a encontrarse también por el norte, debido al cambio climático. Los métodos para su eliminación están evolucionando, contando con cebos alimenticios además de la tradicional fumigación de cucarachas donde los insecticidas químicos se ven cada vez más limitados.
La plaga de avispa asiática este año ha barrido todo el norte de España extendiéndose con gran rapidez favorecida por el cambio climático, pero sobre todo por su gran capacidad de adaptación. El control de esta plaga es sumamente difícil y se basa en la destrucción de los nidos. Llegó debido al tráfico de mercancías, supuestamente en un contenedor procedente de China.
Por último el mosquito tigre ha copado la actualidad de numerosos municipios mediterráneos por su rápida extensión, fuerte picadura y capacidad para transmitir enfermedades. Además de producir una picadura más molesta que el mosquito común, es capaz de picar durante el día, mientras que el común lo hace más bien al atardecer o por la noche. Además esta plaga es un vector de transmisión de enfermedades como el Dengue o Chikungunya. Su alta capacidad de reproducción en condiciones de interior y exterior, ha obligado a instituciones a hacer un llamamiento para controlar esta plaga no sólo mediante la acción de los diferentes ayuntamientos sino con la propia colaboración ciudadana. Un pequeño resto de agua en un macetero permite que pueda reproducirse esta nueva plaga.
Por tanto el sector de control de plagas se enfrenta a grandes cambios en sostenibilidad y seguridad demandados por la propia sociedad, a la par que se encuentra con nuevas plagas que controlar e incluso cambios en su comportamiento. Todo esto implicará cada vez mayor especialización de las empresas de control plagas, que ya actualmente cuentan con biólogos especializados para cada tipo de tratamiento de control de plagas.
