El mercado de la vivienda está atravesando una época de cambios. El interés de los usuarios por la compra de inmuebles está aumentando progresivamente; según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Atraer los ojos de los compradores no es tarea fácil, debido a la elevada oferta que se pueden encontrar por multitud de canales. Ya no basta solo con poner un anuncio en internet, sino que los usuarios con voluntad de vender un inmueble tiene que ir más allá.

Housell, una de las empresas líder en el sector proptech de venta de inmuebles “de usuario a usuario”, facilita algunas técnicas para optimizar este proceso en el mercado actual:

1. Home Staging. Una puesta a punto “express”

El Home Staging es un conjunto de técnicas importadas de los Estados Unidos que se basan en realzar una vivienda con el objetivo de darle un aspecto más atractivo para los posibles compradores. Así, el trabajo de los home stagers consiste en resaltar los puntos fuertes del inmueble y minimizar los débiles, convirtiendo la vivienda en un espacio neutro y acogedor para todos aquellos usuarios que la visiten con intención de compra.

La decoración de una casa es muy personal, por ello, el home staging tiene como principal objetivo despersonalizar la vivienda. Buscar una decoración que le pueda gustar a todo tipo de clientes, organizar el espacio de forma adecuada, y librarse de los utensilios que ya no tengan ninguna utilidad, con el objetivo de neutralizar la imagen del inmueble.

2. Valora tu casa antes de la venta. El precio lo fija el mercado

Vender un inmueble no es de las tareas más sencillas. El vendedor debe tener en cuenta multitud de detalles. Para hacerse una primera idea de la situación del mercado, se aconseja hacer una búsqueda en portales online y localizar viviendas con características similares a la que se desea vender, con el objetivo de tantear el precio medio que establecen otros vendedores.

Por otra parte, existen herramientas que valoran el inmueble de forma gratuita, como la que ofrece Housell. Este servicio puede ser de gran ayuda para los particulares a la hora de establecer un precio de venta medio recomendado.

3. Coaching inmobiliario. Déjate aconsejar por los profesionales

Si te ves incapaz de enfrentarte a esta situación en soledad, apuesta por el mejor aliado. En numerosas ocasiones contar con la opinión de un profesional puede convertirse en una de las opciones más factibles. Haz una búsqueda detallada y prueba con aquellos que más se ajusten a tus intereses.

“La clave es mostrar el mayor compromiso con nuestros clientes para demostrarles que han escogido al mejor aliado, y han tomado una buena decisión” explica Guillermo Llibre, CEO de Housell.

4. Open House. Una visita sin límite de tiempo

Una estrategia de marketing, también procedente de los Estados Unidos. El open house (o jornada de puertas abiertas) es una técnica que se centra en invitar a posibles compradores a visitar el inmueble. Lo novedoso es que la casa permanece abierta uno o varios días, previamente fijados, para que cualquier persona interesada en ella pueda visitarla sin límite de tiempo. Pero ¿cómo lo hago para atraer a compradores potenciales? Se puede llevar a cabo diferentes acciones, por ejemplo: una convocatoria previa en medios off line, indicativos en las calles colindantes a la casa, portales web, etc.

Una forma diferente y original de enseñar un inmueble a futuros compradores potenciales. Al final, el objetivo de esta técnica es eliminar las citas previas, para que los usuarios puedan visitar el inmueble durante todo el tiempo que necesiten.

5. Potencia tu presencia en los portales online

Los portales inmobiliarios online y la presencia en Internet han acabado convirtiéndose en el mejor escaparate para un inmueble en venta. Es el mejor escaparate, pero la competencia a la que se enfrentan los usuarios en el ecosistema digital es muy amplia. Para destacar entre el resto de anuncios y asegurarse un adecuado posicionamiento en la red, se aconseja cautivar la atención de los compradores potenciales.

Realizar fotografías de calidad es muy importante, esto quiere decir que todas aquellas imágenes desenfocadas, inclinadas, descuadradas, etc. deben ser desechadas. Contar con el plano de la vivienda también puede ser un factor diferencial. Por otra parte, es importante cuidar la redacción en la descripción de la vivienda.  Lo mejor es apostar por una descripción clara y concisa, resaltando las características principales del inmueble  y de sus alrededores. Y siempre con total honestidad, describiendo fielmente la vivienda.