Si hay una época del año en la que más frigoríficos se estropeen sin duda es el verano. ¿Por qué pasa esto? ¿Qué razones provocan que sea tan habitual? En Maser Fuenlabrada queremos explicarte las más comunes. Así podrás evitar una avería en esta época en la que tanto se necesita un frigorífico en funcionamiento.
SUBIMOS LA POTENCIA EN EXCESO
>Con motivo del calor nos apetece tomar las cosas muy frías, por eso
subimos al máximo la temperatura de nuestro frigorífico. Esto hace que tenga que trabajar mucho más de lo que está acostumbrado. Y puede incluso llegar a provocar algunas averías. Siempre es recomendable utilizar una potencia media, subiéndola en verano, pero sin llegar al máximo.
ELECTRODOMÉSTICOS MUY VIEJOS
>En verano hace mucho calor en el interior de las casas, esto hace que los frigoríficos tengan que trabajar más para mantener la temperatura.
Este exceso de trabajo puede provocar averías en el motor en el caso de que la nevera sea muy vieja. Cualquier exceso en un electrodoméstico con muchos años puede ser fatal.
MALA VENTILACIÓN DEL ELECTRODOMÉSTICO
>Cuando compramos un frigorífico queremos que sea grande y aprovechar al máximo el espacio de la cocina. Esto hace que coloquemos
frigoríficos grandes en espacios demasiado pequeños. Sin espacio en los laterales y la parte trasera, la ventilación del aparato no es la adecuada. Esto provocará sobrecalentamientos e incluso grandes fallos en el motor.
METER COSAS CALIENTES DENTRO DE LA NEVERA
>Todos sabemos que no debemos hacerlo, pero a veces caemos en la tentación. Tenemos prisa por guardar el plato que acabamos de preparar y lo metemos dentro del frigorífico. Esto es peligroso, tanto porque podemos dañar al alimento, como al frigorífico. El frigorífico de pronto tendrá que hacer mayor esfuerzo para mantener la temperatura. Un esfuerzo que
a la larga, si tomamos por costumbre, puede provocar averías.