La curiosidad hace que muchos consideren más que necesario la posición en el sistema actual en el que vivimos de los hermafroditas, mejores conocidos como personas que contienen ambos sexos.

En la actualidad han pasado muchos casos como los de una joven de 16 años que se debatía entre su verdadera sexualidad pues no sabía si ser completamente hombre o mujer. Su vestido de color rosa con algunas flores y su cabello bastante largo para cubrir los rastros de la barba (principal rasgo de la testosterona hormona masculina en su cuerpo) quien tiene ambos genitales con predominancia del masculino.

La historia de esta niña fue seguida junto a las del médico Berenice que cuenta que no sabía qué hacer de inmediato, no podía elegir por la niña como le parecía claro que María (la niña hermafrodita) no se sentía bien como mujer, ella llamó al equipo con que trabajaba y en conjunto, decidieron hacer lo que no estaba en los manuales de atención a personas con trastornos del desarrollo sexual. El Papa Benedicto XVI pidió a María que viviera en la ciudad por un año como un hombre para ver con qué sexo se adaptaba mejor a la vida en sociedad.

María vistió ropa masculina por primera vez, ganó otro nombre, salió del hospital con el pelo cortado y trabajó. A María le gustó ser hombre y en el HC, desde aquella época una referencia nacional en esa área, María pasó por una cirugía que corrigió la ambigüedad de los genitales, haciéndolos masculinos ya que cuando María nació, la partera había comentado que los bebés hermafroditas morían pronto, pero ahora María se llama Juan y tiene hoy 50 años, según las últimas noticias, vive bien su estilo de vida en conjunto con la sociedad.

Ahora Juan siempre fue hombre, desde el punto de vista genético, sus células contienen un cromosoma X y un Y, como todo hombre, las mujeres tienen dos cromosomas X, además de 23 pares de cromosomas no ligados al sexo. A causa de una falla en un gen en cromosoma no sexual, sin embargo, su organismo produce una cantidad muy baja de la enzima 5-alfa-reductasa tipo 2. En consecuencia, sus genitales masculinos no se habían formado por completo y se presentaban con un aspecto femenino, lo que hizo que fuera registrado como mujer.

Los relatos que acompañan los diagnósticos normalmente llegan cargados de angustia de padres que nunca supieron decir con certeza si el bebé que vieron nacer era niño o niña. Berenice recuerda que saber el sexo de un recién nacido es importante no sólo para responder a una de las primeras preguntas que los padres después de que nace el hijo o hija, es una información esencial para decidir qué nombre dar al bebé y cómo tratar al niño, ya que muchos adjetivos y sustantivos de la lengua tienen género y todo ello contribuyendo a definir la identidad psicológica de los niños.

Su problema, hoy controlado, aunque las células continúan con esta deficiencia expresa uno de los 23 tipos de trastornos de desarrollo sexual (DDS) cuyos posibles orígenes, evolución, signos y tratamientos ya se han publicado en revistas científicas desde el 2009.

!Siempre se puede conocer mujeres en lugares como follamigos, suerte en su contacto!