El cuerpo humano está compuesto en un 70 por ciento de agua. La importancia de beber dos o tres litros de agua al día se debe a que con ella estamos dando oxígeno e hidratación a los huesos, músculos, arterias y venas. Con esto se logra mejor movilidad y funcionamiento en el día a día. El agua es vida y salud, sin ella podemos presentar infuncionalidad en ciertas partes del cuerpo, además de desarrollar varias enfermedades.

Es necesario y recomendable realizarse un análisis de sangre una vez al año, esto se debe a que de esa manera sabremos los valores que tenemos de glóbulos rojos, blancos, plaquetas y de urea. El trabajo de la urea empieza a través del hígado, es el hígado el que se encarga de absorber los nutrientes que nos da la carne animal, este elimina los innecesario y se queda con los más sanos para el cuerpo. Luego los envía a los riñones y es ahí cuando es importante la cantidad de agua que el cuerpo absorba cada día.

Las cantidades de agua no deben ser bajas, pero tampoco deben sobrepasar los niveles adecuados. El funcionamiento de los riñones depende de la cantidad de agua que se bebe cada día; si es más de cinco litros diarios podríamos presentar problemas de urea baja, esto debido a que las grandes cantidades de agua su vuelven sodio (sal) y repercutiría en los huesos. Ocasionaría problemas y dolores de huesos. Además, habría una sobre hidratación que pondría lento el funcionamiento de los músculos.

Por otra parte, el beber poca agua dará como resultado urea alta. Esto significan problemas del riñón, dolores o sangre al orinar, fatiga, cansancio y si el problema persiste, se podrían desarrollar problemas más graves como quistes e insuficencia renal.