A primera vista, el vidrio resistente a balas se parece a un cristal ordinario, pero ahí es donde terminan las similitudes. Un trozo ordinario de cristal se rompe cuando es golpeado por una sola bala. Vidrio resistente a balas está diseñado para soportar una o varias rondas de balas en función del espesor del vidrio y el arma que se disparó en ella. Entonces, ¿qué le da al vidrio resistente a balas la capacidad de parar las balas?
Diferentes fabricantes hacen diferentes variaciones de vidrio resistente a balas, pero básicamente se hace por capas de un material de policarbonato entre piezas de vidrio ordinario en el proceso llamado laminación. Este proceso crea un material similar al vidrio que es más grueso que el vidrio normal. El policarbonato es un duro plástico transparente - a menudo conocido por el nombre de Lexan, Tuffak o Cyrolon. El vidrio resistente a las balas tiene entre 7 milímetros y 75 milímetros de espesor. Una bala disparada contra una hoja de vidrio resistente a balas perforará la capa exterior del vidrio, pero el material de vidrio policarbonado en capas es capaz de absorber la energía de la bala y detenerla antes de que salga de la capa final.
La capacidad del vidrio antibalas para detener la bala se determina por el grosor del vidrio. La bala chocará con el cristal con mucha más fuerza que una bala de una pistola, por lo que una pieza más gruesa de vidrio resistente a las balas sería necesario para detener una bala en lugar de una pistola de bala.
También hay disponible vidrio resistente a balas, que tiene un lado para detener las balas, mientras que el otro lado permite que las balas pasen a través de ella sin afectar. Esto le da a una persona ser disparada a la capacidad de disparar hacia atrás. Este tipo de vidrio resistente a las balas se hace laminando una hoja frágil de material con un material flexible.
Imagínese el automóvil equipado con este vaso antibalas unidireccional. Si una persona fuera del coche dispara una bala en la ventana, la bala golpearía el lado quebradizo primero. Este material quebradizo se rompería alrededor del punto de impacto y absorbería parte de la energía en un área grande. El material flexible absorbe entonces la energía restante de la bala, deteniendo la bala. La bala disparada desde el interior del mismo coche pasaría fácilmente por el cristal porque la fuerza de la bala se concentra en un área pequeña, lo que hace que el material se flexione. Esto hace que el material quebradizo se rompa hacia fuera, permitiendo que la bala perfore el material flexible y golpee su objetivo.
