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¿Cuánto dura un implante dental? 

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 Los implantes dentales tienen forma de tornillo, son de titanio y son colocados en una sencilla intervención quirúrgica  en el hueso de la mandíbula o en el maxilar superior dependiendo de las necesidades del paciente. Gracias a que el titanio es un material biocompatible, el implante se adhiere al hueso de una forma natural, con mínimas posibilidades de presentar rechazo.
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En la mayoría de los estudios realizados se concluye que los implantes dentales tienen una vida útil de como mínimo 5 años, si bien si estos son tratados con cuidado y siguiendo siempre las recomendaciones de los dentistas especialistas en implantología dental, los implantes pueden durar hasta más de 20 años e incluso toda una vida.
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La clave para que esto sea una realidad es seguir una completa y cuidada higiene bucal y no saltarse ninguna de las revisiones con el implantólogo ni con el dentista general. Por supuesto, que la vida de los implantes dependerá mucho de otros hábitos del paciente; así, por ejemplo, en aquellos pacientes fumadores o que consumen alcohol de forma habitual, el riesgo de sufrir rechazo o de que se presenten complicaciones tras la cirugía se incrementan.
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En las clínicas dentales de A Coruña, Galicia Dental, llevamos más de 16 años colocando implantes dentales, por lo que tenemos la experiencia necesaria para realizar con éxito cualquier tratamiento de implantología dental. Además, durante estos años de trabajo hemos demostrado que todos los materiales que usamos en los tratamientos de implantes dentales son de calidad. Y podemos asegurar que, con un mantenimiento cuidadoso, los implantes dentales tendrán una larga vida.
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¿Cómo afectan algunas enfermedades crónicas a la vida de los implantes dentales?

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La implantología es uno de los ámbitos de la odontología que más ha avanzado en las últimas décadas.  Gracias a ello, enfermedades crónicas, como la osteoporisis, que antes estaban contraindicadas para la colocación de implantes, ya no son un impedimento, aunque sí requieren un cuidado adicional. Precisamente, en estos pacientes con osteoporosis, el implantólogo deberá tener especial cuidado con el número de implantes, la posición y el tamaño.
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Sucede algo parecido con los pacientes que han sido sometidos a tratamientos de quimioterapia o radioterapia. En esos casos, la única precaución a mayores es la necesidad de esperar al menos 5 meses desde la finalización del tratamiento para poder colocar implantes con el fin de prevenir infecciones.

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En pacientes con enfermedades crónicas, el especialista debe extremar las precauciones, al igual que el paciente en el cuidado de los implantes, pero si se siguen las indicaciones, la vida de lo implantes será igual a que si son colocados en personas completamente sanas.
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