Al parecer, la guerra ha terminado. HD DVD ha pasado a mejor vida y el título oficial de sucesor del DVD quedó ayer en manos de Sony y Blu-ray, su apuesta tecnológica para el cine doméstico de alta definición. Los compradores (menos del 10 por ciento en todo el mundo) de un reproductor HD DVD, el rival derrotado, tendrán ahora que deshacerse de sus aparatos y hacer sitio en la sala para el vencedor.
La noticia fue distribuida ayer por la agencia de noticias japonesa Kyodo y repetida después por la televisión pública nipona NHK. Citando fuentes anónimas, ambos medios aseguraban que Toshiba, la creadora del HD DVD, estaba revisando sus planes y que se se disponía a detener la producción de sus reproductores y grabadores, así como a retirarlos del mercado, a la espera de desarrollar nuevos modelos.
El momento concreto de esa retirada, que podría producirse dentro de pocas semanas, no ha sido aún decidido por la multinacional japonesa y dependería, entre otros factores, de los pedidos ya existentes, en especial por parte de los consumidores norteamericanos. Ningún ejecutivo de Toshiba confirmó ayer de forma oficial esta información y las oficinas centrales de la compańía en Tokio permanecían cerradas por ser fin de semana.

Como en los tiempos del VHS

La falta de entendimiento entre Toshiba y Sony por crear un formato común para la alta definición llevó a ambas compańías a empezar una guerra que muchos han comparado con la que se libró en la década de los ochenta entre los dos sistemas de vídeo Beta y VHS. En el bando de Sony, que siempre ha llevado cierta ventaja en esta competición, se alinearon otros fabricantes, como Sharp o Panasonic, mientras que Toshiba contaba con el apoyo, entre otros, de la también japonesa NEC y del gigante del software, Microsoft.
Muy pronto, los campos de batalla se multiplicaron, primero para conseguir el apoyo de la industria cinematográfica (con Sony Pictures, 20th Century Fox y la Metro apostando por Blu-ray y Universal Studios por HD DVD) y después para bajar, incluso, al terreno de las videoconsolas domésticas.

En efecto, la PS3, de Sony, es también un reproductor de discos Blu-ray, mientras que la X-Box, de Microsoft, puede reproducir discos HD DVD con sólo instalar un accesorio.
Pero las cosas se fueron torciendo cada vez más para HD DVD. El mercado japonés, que marca tendencia en el resto del mundo, se ha decantado de forma decidida por Blu-ray (más del 95% de los consumidores), Warner Bros (la única gran compańía de Hollywood que había optado por la convivencia de ambos formatos) decidió el mes pasado pasarse al lado de Sony y, para remate, el viernes la empresa norteamericana Wal-Mart, el mayor distribuidor de tecnología del mundo, anunciaba que a partir de ahora vendería exclusivamente reproductores Blu-ray.

Los intentos de HD DVD de frenar su caída, con espectaculares bajadas de precio, que afectaron también al accesorio de la consola de Microsoft, no han dado resultado.
Ambos formatos son capaces de ofrecer imagen y sonido de alta definición, pero los dos son incompatibles entre sí. Los discos Blu-ray tienen mayor capacidad de almacenamiento, pero los HD DVD (igual que los reproductores de este formato) resultan sensiblemente más baratos.