Hasta hace poco tiempo, el mundo del videojuego no entraba ni en las universidades ni en la mente de los cineastas o escritores. Pero su consolidación a lo largo de los años como una alternativa profunda y variada de entretenimiento, han abierto el campo para que el mundo del videojuego se extienda a otros ámbitos.
Los estudios sobre videojuegos son un hecho, igual que el reciente interés de los mismos por parte de los escritores y artistas jóvenes del país. Por ejemplo, en nuestro país tenemos la página del escritor Víctor Balcells Matas, donde aparecen diversas reseñas que combinan ficción, videojuegos y ensayo. En el ámbito anglosajón, abundan los autores que se aproximan al mundo del videojuego desde una perspectiva artística o académica. Sólo hace falta repasar Game Studies para encontrar a decenas de autores que se aproximan de forma imaginativa al mundo del videojuego.
Frente a una prensa saturada de compra de puntuaciones y de escándalos de toda clase, los estudios académicos y creativos sobre el mundo del videojuego toman fuerza año tras año, y crece el número de lectores que busca aproximarse a esta realidad presente (La industria del videojuego es más poderosa que la del cine) desde ópticas distintas y con una vocación de profundidad mayor.
En el campo de las artes visuales se pudo ver en la última feria Arco la obra de Dick Philip, cuyas instalaciones juegan con los espacios representativos de Half Life, o una pieza de Joselu Stalk en la que, desde un prisma, se observa proyectada una partida de Transport Tycoon. El videojuego ya no es sólo "matamarcianos". Merece la pena detenerse y reflexionar sobre él y sobre el impacto que tiene en nuestra sociedad.