Las relaciones humanas son complejas. Es imposible lograr relaciones objetivas, la subjetividad es lo que hace que la complejidad sea lo que caracteriza la manera en que nos relacionamos con los demás. Y esto puede verse en todos los ámbitos de nuestra vida, incluso en lo laboral aunque haya una formalidad mayor para relacionarnos.
Para evitar ruidos en la comunicación, las mamparas de oficinas ayudan a crear espacios personales de trabajo o dividir los sitios por áreas de trabajo.
Los muebles de oficina Madrid que no son adecuados respecto al lugar físico o a la cantidad de personas pueden ser un problema que se verá reflejado en las relaciones entre los colaboradores de una empresa.
Cada persona tiene una historia diferente, valores que no son los mismos, contextos distintos y maneras de ver las situaciones. Cada uno interpreta un hecho desde su punto de vista, y de allí la diversidad de miradas de un mismo tema o problema. Si hay veinte personas viendo un determinado hecho puntual, habrá al menos unas veinte interpretaciones de lo sucedido. Tendemos a completar lo que vemos con algún prejuicio o un juicio, antes que preguntar al otro como se siente.
Por ejemplo, si alguien no fue a trabajar se pueden suponer un sinfín de motivos que lo único que hacen es crear ruidos en la comunicación entre las personas. Quizás, si optamos por preguntar de manera directa se evitarían algunos problemas interpersonales, o al menos no se dejaría lugar para tantos supuestos. Es algo que los seres humanos no llevamos a la práctica muy seguido.
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