Si vives o vas a vivir de alquiler es muy importante que leas bien el contrato de arrendamiento y que analices cada una de las cláusulas que en él se exponen. A veces, por dejadez o por desconocimiento no lo hacemos y es un error, porque sin darnos cuenta podemos estar firmando cláusulas que vulneran nuestros derechos. Lo peor es que muchas de ellas son abusivas, incluso ilegales, y aun así muchos inquilinos se aprovechan de la inocencia y el desconocimiento de sus inquilinos.
Antes de comentar algunas de esas cláusulas, debemos tener muy claro que el contrato de arrendamiento es un documento escrito mediante el cual el propietario de un inmueble (casero o arrendador) nos cede los derechos de uso y disfrute de esa propiedad durante el tiempo que se acuerde. El inquilino (también llamado arrendatario) se compromete también mediante ese contrato a pagar la renta fijada y devolver la vivienda al acabar el acuerdo tal y como la recibió.
Una vez claro esto, debemos tener en cuenta todas esas cláusulas que anunciábamos al principio y que pueden darnos más de un problema. Las cláusulas ilegales a la que debemos prestarles mayor atención son las siguientes.
- Que el propietario impida al inquilino prorrogar el contraton
Si la duración del contrato es inferior a tres años, una vez alcanzada la fecha de vencimiento, el contrato se debe prorrogar de forma obligatoria por plazos anuales hasta que se cumplan los tres años. Por tanto, la prórroga del contrato es voluntaria para el inquilino y obligatoria para el propietario de la vivienda. La única excepción a la prórroga es que el arrendador, una vez transcurrido un año de alquiler, demuestre y manifieste que necesita la vivienda.
- Que el propietario acceda a la vivienda alquilada cuando quiera.n
Esto está completamente prohibido por ley. De hecho, la Constitución recoge en su artículo 18 la inviolabilidad del domicilio.
- Que el propietario obligue al inquilino a hacerse cargo de las reparacionesn
El propietario de la vivienda es quien tiene que responsabilizarse de cualquier tipo de avería y del mantenimiento habitual de la vivienda, ya que se trata de arreglos que son necesarios para que la vivienda continúe en buenas condiciones y para que siga teniendo valor.
- Que el arrendador no devuelva la fianza al inquilinon
El propietario debe devolver la fianza si no hay obligaciones pendientes por parte del inquilino. Si éste entrega la vivienda tal y como la alquiló, el arrendador no puede retener la fianza ni parte de ella (sólo por causas que lo justifiquen como la necesidad de pintar o limpiar la casa porque por el uso está en malas condiciones, por ejemplo).
Éstas son las principales cláusulas ilegales que debemos tener en cuenta cuando firmemos un contrato de alquiler, pero hay muchas más. Para más información sobre alquileres y compraventa de casa, puedes encontrarla aquí.