Ya sea por cuestiones terapéuticas o por motivos meramente recreativos, la ciencia comprobó que el Cannabis activa el apetito. Esto se debe a un proceso complejo en el cual se activan neuronas encargadas de regular las sensaciones de hambre y saciedad. De esta manera, el Cannabidiol se vuelve un recurso fundamental para aquellas personas que por diferentes motivos perdieron las ganas de alimentarse.

Un estudio de Yale demostró que el THC activa las neuronas POMC y el área encargada del hambre por lo que las personas tras consumir THC se ven extremadamente hambrientas. Este fenómeno sería de gran utilidad en afecciones como la depresión severa en las que la persona que la padece ni siquiera tiene voluntad de alimentarse por sus propios medios.

Los avances y la práctica basada en la evidencia permitieron que el uso de cannabis en sus diferentes formas sea parte importante en el tratamiento de patologías de diversa índole. Un ejemplo de esto se da en Argentina, donde tras varios años de lucha se logró incluir al cannabidiol como un recurso notable para el tratamiento de epilepsia refractaria.

Poco a poco se descubren nuevas propiedades derivadas de la planta de Cannabis. Hasta el momento se reconoce el efecto antiinflamatorio, neuroprotector, anticonvulsivo, analgésico, antioxidante, antiemético (evita los vómitos), antipsicótico y como tratamiento de desintoxicación en adictos.

Un estudio del University College de Londres, en Gran Bretaña, demostró que tanto el CBD como el THC, dos compuestos abundantes de la planta de Cannabis, disminuyen el deseo al consumo de drogas y al propio cannabis, lo que demuestra ser de gran valía para tratamientos de desintoxicación en adictos, inclusive la dependencia de la marihuana.

¿Cómo se obtiene el Cannabidiol?

Se trata de uno de los más de 100 compuestos químicos presentes en la planta de Cannabis que se utiliza con fines terapéuticos. El cannabidiol o “CBD” no genera efectos psicotrópicos ni alucinaciones y esto lo transforma en un compuesto fundamental para tratar todo tipo de patologías dentro de un margen de seguridad y con pocos efectos adversos que incluso no se manifiestan en todos los pacientes.

Efectos adversos del Cannabidiol

Resulta necesario destacar que las reacciones adversas no se manifiestan en todas las personas. Sin embargo, dentro de los efectos no deseados a dosis terapéuticas puede generarse somnolencia, sequedad de boca, cefaleas, mareos e hipotensión.

Siempre es fundamental contar con un médico que determine cuáles son las dosis adecuadas para cada paciente y tratamiento, a fin de evitar reacciones adversas severas que pueden complicar el pronóstico y generar incomodidad.

¿En qué enfermedades se puede usar CBD?

Actualmente el Cannabidiol se utiliza en epilepsias refractarias, inflamaciones sistémicas como poliartritis crónica, enfermedades intestinales, Síndrome de Crohn, trastorno del espectro autista, epilepsia, enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer, Esclerosis Múltiple, Mal de Parkinson, en tratamientos antitumorales y para la reducción de vómitos tras aplicaciones de radioterapia y quimioterapia y como estimulador del apetito en personas con trastornos alimenticios o depresiones severas.

Todavía queda muchísimo camino por recorrer y el abanico de patologías que pueden tratarse con el Cannabidiol aumentará sin ningún tipo de dudas.