Aunque la lactancia materna es lo más apropiado para los bebés de hasta 6 meses (así lo recomienda la OMS) en caso de no optar por la leche materna entonces debes recurrir a la leche de fórmula, especial para bebés. Los diferentes productos están orientadas a suplir con su composición la leche materna y así satisfacer las necesidades nutricionales de los bebés como lo haría la leche de la madre. Encontrarás más información sobre este tema en paginas como sacaleches.info

nDado que la leche de fórmula es un producto altamente procesado, algunos padres piensan que también pueden hacer la leche ellos mismos usando los ingredientes adecuados. También el precio de estas leches de fórmula suele ser un motivo que impulsa a los padres a pensar que pueden hacerla en casa y ahorrar. Aunque lo parezca, y se haga con los productos más buenos, no se equiparará la leche producida en casa con el contenido nutricional de la leche preparada, lo que podría conducir a graves deficiencias nutricionales y problemas de desarrollo. En segundo lugar es muy difícil mantener las condiciones higiénicas adecuadas en la preparación de leche de fórmula que podrían conducir por ejemplo a graves problemas gastrointestinales.

nHay muchos defensores de la "leche alternativa para bebé" que sostienen que antes, cuando no había leche en polvo especial para niños, era bastante normal que los niños se alimentasen con leche de vaca o de cabra. Hoy, sin embargo, hay numerosos hallazgos científicos, que confirman que sustituir la leche preparada para bebés por una leche normal, simple, no satisface las necesidades nutricionales de los bebés.

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• La leche de vaca: la leche de vaca suele ser el detonador para las alergias e intolerancias. Es cierto que las fórmulas infantiles se fabrican a partir de componentes de la leche de vaca, puesto que en gran medida el contenido nutritivo es muy parecido al de la leche materna. La leche de vaca, pero, contiene significativamente más proteínas y minerales, y tiene también una composición diferente a la leche materna. Esto puede ser excesivo para ambos riñones, así como para el tracto digestivo inmaduro del bebé. Además, la leche de vaca contiene solo cantidades muy pequeñas de vitaminas A y C y muy pocos ácidos grasos insaturados que son de gran importancia para el desarrollo del sistema nervioso del niño. También la leche diluída (50% leche 50% agua) reduce la proporción de minerales y proteínas por cantidad de líquido, pero no es una dieta equilibrada para el pequeño.n
• Leche de cereales: Esta leche es una mezcla de leche de vaca cruda, la diluída con agua y con hasta cuatro variedades de cereales molidos muy finos. Este tipo de leche está desaconsejada por varias razones. En primer lugar, los niños no deben tomar cereales hasta los seis meses, puesto que aumenta el riesgo de desarrollar alergia al gluten. Además, muchos niños todavía no toleran la fibra dietética debido a que su sistema digestivo es todavía inmaduro. El arroz y otros alimentos a base de cereales forman parte de la alimentación complementaria como las papillas, y es mejor no incuirlos en la dieta como mucho hasta los cuatro meses de edad. Por otra parte, no se recomienda a los bebés el consumo de leche cruda y productos derivados, puesto que las bacterias contenidas pueden provocarle infecciones graves.n
• Otra leche animal : Cuando no había leche de fórmula los niños se alimentaban a menudo con cabra o leche de oveja. Así se evitava al efecto negativo de la leche de vaca. Pero ahora se ha comprobado que la leche de estos animales no contiene todo lo que los bebés necesitan para un desarrollo saludable. La leche de las yeguas tiene una composición relativamente similar a la leche materna, pero no se recomienda por razones de higiene. Además, por lo general es bastante difícil obtener cantidades suficientes de leche de yegua.n
• Las alternativas vegetarianas: Los padres que no quieren dar leche animal a sus hijos se deciden por la alternativa vegetariana con productos a base de soja o leche de almendras. Estos no son adecuados para los niños. La leche de almendras contiene claramente muy poca vitamina C y calcio para satisfacer las necesidades de un bebé. También faltan los aminoácidos esenciales y las proteínas contenidas en la leche de almendras tienen un valor mucho menor que en la leche preparada de fórmula o la leche materna, por lo que no puede ser bien procesada por el cuerpo. Las almendras también tienen un potencial alergénico relativamente alto. Tampoco una dieta con productos de soja no es recomendable para los primeros meses de vida del bebé. La soja contiene una cantidad relativamente grande de isoflavonas, una hormona vegetal que es similar a los estrógenos. No se ha aclarado si esta el consumo regular de esta hormona tiene de efectos a largo plazo sobre el desarrollo infantil, por eso no hay estudios específicos que recomienden preparados infantiles a base de soja. Además, con una dieta de productos de soja, aparecen también alergias como con la leche de vaca.n

Así pues, hay algunos puntos importantes que desaconsejan elaborar de forma casera leche para el bebé. Además del gran esfuerzo que requiere, precisa también de una preparación higiénica minuciosa, que conlleva principalmente un alto riesgo de desnutrición del bebé. La calidad nutricional de la leche de fórmula no se puede equiparar con otros tipos de leche, además de los riesgos de alergias y falta de nutrientes y vitaminas que pueden conllevar las alternativas, así que mejor abstente de llevar a cabo una elaboración casera.