La crisis económica ha producido una situación insostenible para numerosas familias, que ven complicado poder llegar a fin de mes. En este sentido, en Madrid son muchos quienes decidieron salir a la calle y ejercer de “chatarreros” irregulares, con el fin de poder obtener ingresos con el material que otras personas van a depositar en puntos limpios. 

Aunque existe una gran diferencia entre los “chatarreros” que buscan una fuente de ingresos a aquellos que roban el material. En el primer caso, solicitan a quienes van a dejar sus productos en el punto limpio que se los ofrezcan para poder acumular cierta cantidad por la que le pagarán en las chatarrerías posteriormente. Pero, por desgracia, hay otros que roban dentro de empresas chatarreras o gestores de residuos no peligrosos, para desvalijar aparatos e incluso cables de cobre, que tienen un alto precio en el mercado. Esta situación es la que perjudica a las chatarrerías como El Chatarrero, ya que ven perjudicados sus números debido a la actividad de mafias que generan su dinero a costa del robo de este material.

Otro de los problemas que acarrean estos robos es el final que tienen los metales que no les interesa, así como el tratamiento posterior dado y la posible contaminación a la que están expuestos, ya que no son tratados por profesionales en la materia. El motivo es que, para asegurar un reciclaje de calidad en el metal que permita conservar las propiedades del mismo, es necesario una correcta separación de los diferentes tipos, entre otros aspectos. Estudiar el porcentaje de pureza o saber si es una aleación es otro requisito indispensable para asegurar el resultado deseado. 

Esta es la situación que vienen denunciando expertos chatarreros en la capital desde hace años, solicitando mayor protección por parte de las autoridades, ya que la sociedad y el medio ambiente también se ven perjudicados cuando el proceso de reciclaje es adulterado.