Retrospectiva es un viaje de su autor, por los tres últimos años fotográficos, que van desde la fotografía circular hasta la pictórica (última etapa), pasando por las "naturalezas muertas", o el retrato.
Un viaje como el de Ulises, en busca de un territorio fotográfico, aún no descubierto. Dónde lo más importante no es el destino, sino las paradas y vivencias surgidas durante el trayecto; un camino lleno de experimentación, de nuevas vías y en resumen de vida.
Desde dentro del estudio, o en la calle... pero siempre, a partir de la improvisación y de la observación; la pintura y la música están claramente representadas en ese viaje, que aunque aparentemente no se utilicen pinceles o instrumentos musicales, son parte intrínseca de la obra fotográfica.
Nadie mejor que el crítico de Arte, Pedro Linde, ha podido narrar lo que sucede en ese relato:
“...Sólo lo que parece, lo simulado, es real en el teatro neobarroco, manierista y posmoderno de Chema Rivas”.