¿Quién es aquella mujer empoderada, y cuál es tu opinión sobre el uso de la palabra 'empoderada' como una herramienta de marketing?

Por supuesto, es importante empoderar económicamente a las mujeres, pero existe una necesidad igual, si no más urgente, de debatir sobre el empoderamiento psicológico de las mujeres porque estoimpacta de manera directa en el mejoramiento de su entorno.

Esto se vuelve especialmente claro cuando observamos los que en los países de primer mundo, las mujeres han logrado el empoderamiento económico, pero aún se sienten carentes de poder en algunas áreas significativas de sus vidas.

En este sentido, habría que definir puntualmente siete rasgos psicológicos que las mujeres empoderadas tienen y que brindan a la vida de una mujer un gran valor y propósito.

1. El mayor activo de una mujer empoderada no es una sonrisa bonita, sus habilidades culinarias, su anillo de matrimonio, su guardarropa o cuántos likes o seguidores tiene en las redes sociales. No importa qué tipo de cosas le intriguen, ya sea arte, ciencia, deportes, ingeniería o establecer el récord Guinness en bailes bajo el agua, pero una mujer empoderada invierte tiempo y esfuerzo en ideas y experiencias que amplían su mente y aportan autoconocimiento porque ella sabe que la forma más segura de oprimir a una mujer es controlar su mente.

2. Una mujer empoderada cuida su salud y tiene una relación amorosa con su cuerpo porque sabe que su cuerpo es su medio de expresión y relación con su mundo. Ella abraza su cuerpo con amor sin importar la forma que tenga. Ella está especialmente agradecida si está bendecida con buena salud. Ella honra a su cuerpo porque sin él no podría realizar actividades que le apasionan y que son significativas para ella. Ella lo alimenta con la comida más deliciosa, nutritiva y saludable. Hace ejercicio y le da mantenimiento a su cuerpo para mantenerlo activo, saludable y con una mente clara.

3. Una mujer empoderada sabe que cuando se trata de su sexualidad, que nadie le puede dictar lo que debería o no debería gustar. Qué hacer y que no hacer es su completa decisión, misma que abraza con responsabilidad para si misma. Cómo, dónde, cuándo, por qué y con quién tiene relaciones sexuales refleja su elección y sus preferencias consensuales.

4. Una mujer empoderada no simplifica lo complicado, ni complica lo simple. Ella sabe que las cosas se pueden ver desde muchos ángulos. Hay una luz y una oscuridad, femenino y masculino, y un lado positivo y negativo de todo. Por lo tanto, ella también puede abrazar sus propias dualidades. Ella está en todo su derecho de cambiar de idea o de decisión cuano lo crea conveniente. Sin embargo, ella se esfuerza por alcanzar el equilibrio, tomando la mejor decisión que beneficie a todos los involucrados de forma equitativa.

5. Una mujer empoderada se ama profundamente. De la misma manera que ella puede amar a otra persona y admirar a su personaje favorito, también se ama a sí misma; no con un ego inflado, sino con la misma admiración, excitación y ternura iluminadoras.

6. Una mujer empoderada es desobediente no por negligencia sino cuestionando los patrones culturales caducos e inoperantes. En las sociedades donde la opresión patriarcal es la norma, es difícil más no imposible que una mujer juegue según las reglas y tenga su propio poder poder. Para vivir con integridad, una mujer empoderada inevitablemente desafiará las aquellas tradiciones que la vulneran y le faltan al respeto para alcanzar la equidad.

7. Una mujer empoderada tiene objetivos a los que ella permanece firmemente comprometida. Sin embargo, ella no pone todos sus huevos en una canasta. No existe un callejón sin salida en el vocabulario de la mujer empoderada. Si las cosas no salen como ella planeó, no se queda estancada, busca opciones y resuelve eficazmente, ella siempre está abierta a nuevas posibilidades.