Sé que muchos de vosotros os habréis planteado hacer el camino de Santiago y además sois aficionados a la fotografía, pero sin ser fotografo profesional claro está, por ello hoy os voy a hablar de que posibilidades tenemos para hacer el camino de una manera saludable y sin que el equipo fotográfico haga que nuestra espalda se pierda en el camino.
Los que sois aficionados a la fotografía lo sabéis perfectamente que las cámaras réflex pesan, y pesan mucho, además, sobre todo cuando ya tenemos una amplia colección de objetivos específicos para cada situación, y nos cuesta tanto desprendernos de ellos.
Como recomendación yo os diría que no cargarais con todo el equipo, y a ser posible, cargarais como mucho con dos: Por un lado, y el imprescindible para paisajes, que sería un objetivo gran angular, o incluso ultra-gran angular, con unas distancias focales que pueden comprender entre los 8 y 24 mm, y que además son objetivos de un tamaño contenido y que pesan muy poco.
Por otro lado, como complemento a este, optaría, sin ninguna duda por un objetivo fijo de una distancia focal de unos 50mm muy luminoso y que nos va a servir de objetivo todoterreno, tanto para paisajes donde no sea necesario “abrir” mucho, como para los típicos retratos con gente que vamos conociendo por el camino, o sencillamente que vienen en nuestra cuadrilla. También será muy útil para hacer Fotografia mas callejera una vez llegados a Santiago, donde la luminosidad de la lente va a ser un gran aliado.
Pero sin duda, si no queréis dejaros la espalda, vamos a encontrar un sistema que va a ser un gran aliado para nuestra espalda y es el que os recomiendo encarecidamente, ya no solo para el Camino de Santiago, sino para cualquier excursión y para nuestra vida diaria: Las cámaras llamadas CSC, mirrorless, o “sin espejos”.
Estas cámaras tienen la virtud de que, llevando las mismas distancias focales y un cuerpo, pongamos, 3 o 4 objetivos, vamos a llevar encima menos peso que lo que pesaría solo un cristal de una réflex, y lo mejor es que no sacrificamos nada de calidad en el cambio y tampoco hay que hacer retoque fotografico profesional, ya que la calidad es mas que suficiente.
Sin duda alguna, este tipo de cámaras, día tras día se van haciendo hueco en muchas bolsas de fotógrafos aficionados, pero también de muchos profesionales, tanto por su peso, como por su versatilidad y prestaciones en cuanto a calidad de imagen.
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¿Y tú a que esperas, ya lo tienes claro que llevar en tu mochila?